El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, que ya se encuentra en retirada de su gestión, intenta permitir la continuidad de algunos de los programas que fueron su insignia. Uno de ellos fue la iniciativa "My Brothe's Keeper" (MBK), un plan destinado a ayudar a jóvenes en condición de vulnerabilidad económica, y en particular para defender la igualdad de oportunidades entre etnias.

La decisión de Obama fue crear una organización no gubernamental, financiada por empresas privadas, llamada MBK Alliance. Lo llamativo es que uno de los más importantes referentes de esa organización es Robert Raben, histórico lobbista del fondo buitre Elliott Management, que cobró U$S 2,72 millones por sus trabajos contra la Argentina en los últimos años.

Si bien la organización fue activada en febrero, el último lunes el propio Obama encabezó su inauguración oficial. "Somos más fuertes cuando Estados Unidos trabaja en equipo", cita la página web de MBK Alliance, en referencia al discurso del presidente.

Según informa Tiempo Argentino, la organización se encuentra financiada por American Express, Deloitte, The Raben Group, la empresa de lobby del propio Robert Raben y News Corporation, una megacompañía de medios de la cual el propio Elliott es accionista.

La relación entre Robert Raben y Barack Obama no es débil ni reciente. Conocido como "el lobbista de los derechos gay del partido demócrata", Raben es, junto con la ex embajadora Nancy Soderberg la punta de Paul Singer, quien es abiertamente republicano en el núcleo duro de Obama, que es presidente por el partido de los demócratas.

El líder de la firma de consultoría The Raben Group está en la mesa chica de la nueva organización, que manejará en principio unos U$S 80 millones. En una entrevista reciente con David Letterman, el presidente sostuvo que luego de su mandato se dedicará a sostener esta ONG "dado que My Brother's Keeper seguirá siendo una misión para mí y para Michelle (Obama, su mujer) no sólo por el resto de mi presidencia sino para el resto de mi vida".

Los lazos entre Raben y Singer son muy fuertes. Por un lado, es una de las tres cabezas de la American Task Force Argentina (ATFA), organización de lobby bajo encargo de Elliott Management. Los otros dos representantes son Robert Shappiro y Nancy Soderberg.

Según la página de ATFA, Raben "lidera los esfuerzos en el Congreso de los Estados Unidos, presionando al gobierno para que tome acciones a favor de los acreedores".

Pero, por si no fuera poco, desde ATFA, Singer le pagó a The Raben Group un total de U$S 2,72 millones por sus servicios, y U$S 90 mil tan sólo en el primer trimestre de 2015, según la página <www.opensecrets.org>.

Soderberg, otra miembro del ejército de lobby de Singer, fue protagonista de un escándalo cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le envió una carta al presidente Obama por haberla designado presidente de la Junta de Desclasificación Pública, al mismo tiempo que trabajaba para Elliott Management. Robert Shappiro fue asesor del presidente Bill Clinton, y de Obama cuando era senador y como candidato en las elecciones presidenciales de 2008.

Pero Singer, como todo inversor, diversifica sus apuestas. A sólo un día del lanzamiento de MBK Alliance, organizó una mega-reunión del Partido Republicano, entre Singer y uno de los candidatos presidenciales, Jeb Bush. El representante buitre había realizado encuentros similares con otros candidatos, como el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, el senador Marco Rubio y la ex CEO de Hewlett Packard Carly Fiorina. El lobby de Singer no se cierne sólo a la cuestión de la Argentina: también buscó presionar al gobierno para frenar el acuerdo con Irán.

En octubre de 2014, Cristina rechazó la designación de Obama de una funcionaria pro buitre: