Si bien el paso de Nigeria es clave contra la lucha de esta práctica nefasta todavía sigue realizándose en 29 países de África y Asia lo que implica que 86 millones de niñas podrían sufrir la ablación de sus órganos genitales externos antes de 2030.

La ablación del clítoris, infibulación, escisión, o como algunos increíblemente intentan venderla como “circuncisión femenina” consiste en la eliminación parcial o total de tejido de los órganos genitales femeninos, particularmente del clítoris.

La idea fue propuesta por Goodluck Jonathan, expresidente de Nigeria y hecha ley por su sucesor, Muhammadu Buhari que asumió el cargo el último 29 de mayo.

Bajo ideas ancestrales de control sobre el cuerpo femenino, la ablación suele producir hemorragias graves y problemas urinarios, además de quistes, infecciones, infertilidad y complicaciones de parto.

La Organización Mundial de la Salud la llama oficialmente mutiliación genital femenina ya que carece de utilidad médica y suele ser provocada por terceros con la intención de someter a la mujer y privarla de placer sexual durante toda su vida.