Como se sabe, el escándalo judicial que sacude a Brasil también hace temblar a buena parte del mundo; entre otros países, la Argentina, donde funcionarios macristas como Gustavo Arribas (jefe de la AFI) está siendo investigado por coimas que supuestamente habría recibido desde el país vecino.

Pero en las últimas horas le tocó a Perú, donde el expresidente Alejandro Toledo fue condenado a 18 meses de prisión por favorecer a la empresa Odebrecht en la licitación de la Carretera Interoceánica Sur, que une Perú y Brasil, a cambio de 20 millones de dólares.

Desde este viernes, Toledo ingresó a la lista de los delincuentes más buscados del Ministerio del Interior peruano, que ofreció una recompensa de 30.000 dólares (100.000 soles) por información sobre su paradero.

El abogado del exmandatario, Paolo Aldea, ya informó que Toledo está en Francia, que le sugirió no presentarse y que el martes, día en que vence el plazo para hacerlo, apelará la orden de detención. El hecho no agrava ni complica la situación de Toledo, aunque sí pasa a la condición de prófugo.