En dos aviones -uno holandés y otro australiano- llegaron a suelo de los Países Bajos los primeros 40 cuerpos reconocidos de las víctimas del vuelo de Malaysia Airlines MH17.

En el aeropuerto de Eindhoven, se encontraban a la espera familiares y amigos de las víctimas, el rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima de Holanda, y el primer ministro Mark Rutte.

La nave del ejército holandés transportó 16 féretros mientras que en el avión australiano viajaron 24 cuerpos, aunque no queda claro cuántos de los 282 cadáveres reportados fueron trasladados en el tren que llegó el martes a Kharkiv, ciudad controlada por Ucrania.

El Gobierno holandés declaró un día de luto nacional en el país para recibir a los primeros cuerpos durante la tarde.

Ucrania y las naciones occidentales están presionando a los rebeldes ucranianos pro rusos, que controlan la zona donde se estrelló el avión, para que permitan investigar sin restricciones el lugar. El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que emplearía su influencia con los rebeldes en este sentido.

Desde el gobierno estadounidense tienen la certeza de que un misil derribó el avión, aunque todavía las investigaciones no han determinado la causa de la tragedia.

La reina argentina se mostró emocionada en un encuentro con familiares de los pasajeros, quienes mostraron alivio al sobrepasar la etapa de ver los cuerpos despedazados: "Si tengo que esperar cinco meses a la identificación, puedo hacerlo. Esperar cuando los cuerpos estaban en el campo y en el tren fue una pesadilla'', comentó una madre que perdió a su hijo.

Por su parte, la División británica de Investigación de Accidentes Aéreos dijo el miércoles que las autoridades holandesas habían entregado las dos "cajas negras'' del avión en la base de la agencia en Farnborough, en el sur de Inglaterra, donde se descargará la información de los registros de datos y voz.