En una convulsionada Italia, el Senado aprobó el presupuesto para el 2017 por 166 votos a favor, 70 en contra y una abstención, lo que ahora le deja el panorama más ordenado al primer ministro Matteo Renzi para presentar su renuncia tal y como lo prometió después de perder en el referendo. 

Además, el todavía primer ministro comparecerá ante la dirección nacional del Partido Democrático (PD) para informar sobre la situación política en la que queda Italia. 

Mattarella deberá reunirse con sus contactos políticos para así determinar cómo serán los pasos a seguir en una crisis en la que la actual ley electoral —denominada Italicum y aprobada a instancias del Gobierno de Renzi— solo sirve para elegir la Cámara de Diputados, ya que se aprobó pensando en que —tras la reforma que no sucedió—los senadores no fueran elegidos en las urnas.