Casi 50 millones de italianos votan desde las 7 de hoy (3 de Argentina) en el referendo no obligatorio para decidir la aprobación o no de la reforma constitucional impulsada por el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, en busca de reducir los costos de la política y dar agilidad y estabilidad al gobierno.

Se trata de una elección que puede significar un plebiscito sobre la gestión del mandatario, quien podría renunciar en caso de un rechazo popular a las reformas que propuso.

Un total de 46.714.950 de ciudadanos pueden concurrir a las urnas en 61.551 secciones electorales hasta las 23 locales (19 de Argentina) para decidir sobre una reforma que, entre otros puntos, plantea una sustancial reducción de la cantidad de miembros del Senado y modifica el mapa administrativo de Italia.

Además de los residentes en Italia, estuvieron habilitados para votar casi 4 millones de italianos desde el exterior, que sufragaron por sobre a cada una de las 195 sedes habilitadas fuera del país y cuyos votos serán escrutados esta madrugada junto al resto.

Entre los votantes en el exterior, había habilitados casi 650.000 en Argentina, de los que según las primeras estimaciones había sufragado casi un 25%.

La reforma propone la reducción de los miembros del Senado de 315 a 100, la elección semi directa de sus miembros y la disminución de sus funciones legislativas, con el anunciado objetivo de generar un ahorro de 500 millones de euros al año y dar agilidad y estabilidad a un país que tiene un tiempo medio de sanción de leyes de 30 meses y que ha tenido 63 gobiernos desde la fundación de la República, hace 70 años.

Además, plantea la eliminación del órgano consultor Cnel, una reconfiguración del mapa administrativo del país, con la supresión de las provincias, mayores facultades al gobierno central y nuevos mecanismos que se introducen en materia de democracia directa. 

Renzi, de 41 años y ex alcalde de Florencia, elegido por un acuerdo parlamentario en febrero de 2014, se enfrenta con esta elección a su mayor desafío frente a las urnas, tras más de dos años en los que planteó repetidas veces su intención de renunciar al cargo si no se aprueba la ley que luego de 24 meses y tras tres votaciones en cada Cámara se aprobó en abril de este año.

(fuente Ambito)