La intensa ola de calor que afecta a la provincia paquistaní de Sindh, y en especial a su capital, Karachi, ya produjo 1.130 muertos, y son miles las personas atendidas en nosocomios del lugar.

Por esa razón, el gobierno pakistaní declaró el estado de emergencia en la región y desplegó al Ejército para reforzar la asistencia a los afectados, estableciendo 29 centros en Karachi, una ciudad de cerca de 20 millones de habitantes, y otras zonas de la región.

Se estima que 40.000 personas ya fueron atendidas en los últimos días por golpes de calor y deshidratación, y los principales afectados son personas con pocos ingresos y operarios que trabajan al aire libre.