El Salvador atraviesa cambios profundos, como los que propuso su presidente Nayib Bukele, un político nuevo con un estilo fuera de lo convencional. 

El crimen en el país centroamericano alcanzó límites preocupantes hace varios años con el crecimiento de las pandillas como Mara Salvatruchas. 

Por eso la promesa de campaña de Bukele fue combatir esto y uno de los primeros pasos fue construir esta cárcel, sin señal de celular, sin privilegios y herméticamente sellada.

Obviamente hubo quejas de organismos internacionales de Derechos Humanos que fueron desconocidas de plano por el Presidente Bukele.