En el marco de un movimiento feminista que se vuelve fuerte a nivel mundial a pasos agigantados, y con el debate sobre la legalización del aborto en nuestro país, los y las irlandesas votaron mayoritariamente en un referéndum a favor de acabar con una de las leyes sobre el aborto más restrictivas de Europa, que únicamente permite esta práctica en caso de riesgo para la vida de la madre, pero no en casos de violación, incesto o anomalías fetales fatales.

En uno de los países más católicos del mundo, el 66% de los y las electoras votó a favor de anular la parte de la Constitución, conocida como la Octava Enmienda, que establece que un no nacido tiene el mismo derecho a la vida que una mujer embarazada.

¿Pero qué pasará de ahora en más?

El aborto no será posible hasta al menos finales del 2018 y además se debe modificar el artículo 40.3.3 de la constitución irlandesa, en el que se estipula que los fetos y las mujeres embarazadas tienen el mismo derecho a la vida.

El primer paso lo dará el ministro de salud, Simon Harris, que aseguró que presentará en dos semanas como máximo ante la Asamblea Irlandesa (Dái) la ley que permita el acceso al aborto durante las primeras 12 semanas de gestación y hasta las 24 semanas en caso malformación del feto o de que esté en riesgo la salud de la mujer.

Si se acepta el proyecto de ley, el Gobierno deberá elaborar la normativa para que sea efectiva a finales de año. Y allí, recién allí, la octava enmienda de la constitución se sustituirá por una cláusula que establece que la ley puede estipular la regulación de la interrupción del embarazo.

Así, Irlanda se unirá a Inglaterra, Escocia y Gales, que desde la aprobación de Ley del Aborto de 1967 permite abortar hasta las 24 semanas.

Pero en Irlanda del Norte el tema no está igual ya que pese a pertenecer al Reino Unido no aplicó a dicha ley y actualmente cuenta con una de las normativas más restrictivas sobre el aborto. Está prohibido abortar bajo cualquier circunstancia, incluso, según recitan desde Amnistía Internacional de Reino Unido "en caso de violación o de malformación del feto".