Este domingo Gustavo Petro hizo historia al convertirse en el primer presidente de izquierda de Colombia, un país dominado por conservadores y liberales durante sus 212 años de independencia. Petro prometió gobernar con un “gran acuerdo nacional para construir los máximos consensos” en torno a las ambiciosas reformas que propuso en la campaña.

De 62 años, este economista que integró la guerrilla, fue alcalde de Bogotá y tuvo varios períodos en el Congreso, Gustavo Petro logró entrar en la historia colombiana al obtener en junio pasado 50,4% de los votos en su tercer intento por llegar a la Casa de Nariño.

Así, tras 212 años para tener un mandatario de izquierda, con un discurso favorable a un cambio profundo.

Su victoria fue también histórica porque consiguió la votación más alta para la izquierda, en una nación marcadamente conservadora, lo que le valdrá todavía más respeto entre el progresismo de la región, dentro del cual podría convertirse en un líder clave.

Con una ventaja de 700.601 votos, el jefe de la oposición convenció a la mitad de los colombianos con su plan para transformar un país con la segunda brecha más amplia entre ricos y pobres en América latina y azotado por la violencia del narcotráfico.

El resultado llegó sobre la base del denominado Pacto Histórico, una amplia alianza que reúne a fuerzas de izquierda, feministas, ambientalistas, juveniles y sindicales, todas en torno de Colombia Humana, el partido que él mismo fundó.

Se destaca, asimismo, que en un país marcado por el accionar de la guerrilla sea justamente un exinsurgente, integrante del M-19 -de las primeras organizaciones que firmó la paz con el Gobierno- el que se quede con la jefatura del Estado, que ya había buscado en 2010 y 2018.

Antes de esta victoria, Petro pasó por la alcaldía de Bogotá y por el Congreso. En los dos puestos su tarea fue ruidosa.