Las autoridades iraquíes encontraron catorce fosas comunes con cientos de muertos en la ciudad de Tikrit, luego de haber sido liberada de la milicia terrorista del Estado Islámico (ISIS).

Las personas fueron asesinadas de un tiro en la cabeza y enterradas en grupo a unos 180 kilómetros al norte de Bagdad.

Ahora están procediendo a recuperar e identificar los cuerpos, aunque el proceso no es fácil dadas las condiciones en las que fueron enterrados.

Se cree que la mayoría de los muertos son soldados iraquíes que se habrían entregado a los terroristas cuando estos invadieron la zona en junio de 2014.

Según la organización de derechos humanos Human Rights Watch se estima que la cifra de prisioneros ejecutados es de entre 560 y 770 aunque ISIS afirma que fueron unos 1.700.