"¡Papa, papa, pizza, pizza!",  así este maestro pizzero de Nápoles logró captar la atención del Papa en su papamóvil durante su visita en el sur de Italia. Cacciale siguió con la tradición de su padre de entregar pizzas a figuras reconocidas.

"En 1994 mi papá hizo una pequeña pizza para el presidente norteamericano Bill Clinton y ayer cuando me enteré de que el papa estaba en la ciudad decidí hacer una pizza y dársela como regalo", contó Cacciale a la CNN.

El dueño de la pizzería "Don Ernesto" elaboró una decoración especialmente diseñada para el Sumo Pontífice.

La pizzería "Ernesto" está entre las diez mejores de Italia. Habrá que ver qué opina el Papa sobre si supera a las de Avenida Corrientes en Buenos Aires.