Una mujer que trabajaba en la organización de la misa del papa Francisco en Tacloban murió al caer una torre de parlantes cuya estructura cedió ante los fuertes vientos que azotaron la región durante la visita del Sumo Pontífice, quien debió abandonar la ciudad antes de los previsto rumbo a Manila, capital de Filipinas.

La víctima es una joven de 21 años que recibió el impacto de la estructura en el pecho, explicó el padre Amadeo Alvero, vocero de la Arquidiócesis de Palo.

Por este motivo, Francisco partió hoy de la ciudad filipina de Tacloban, arrasada por el tifón Haiyan en noviembre de 2013, cuatro horas antes de lo previsto por la amenaza de la tormenta tropical Mekkhala, que se acerca a la costa este del país con vientos de hasta 130 kilómetros por hora.

Después de la misa ofrecida en el aeropuerto de Tacloban, abarrotado de fieles a pesar de la lluvia y el viento que ya afecta a la ciudad, el papa tuvo que comer rápidamente con los 30 familiares de víctimas de Haiyan en la residencia del arzobispo de la cercana localidad de Palo, y partió hacia Manila.

En tanto, el avión que trasladaba a parte del gabinete del presidente Benigno Aquino y su seguridad terminó despistado en el aeropuerto. No hubo heridos, pero el aparato sufrió destrozos.