El trabajo del periodista que se mueve en la calle está abierto a cualquier imponderable. Precisamente el hecho de estar expuesto al movimiento constante en los principales centros de la ciudad puede abrir el juego a situaciones imprevistas.

La experiencia suele ayudar a lidiar en casos donde las cosas no salen como uno espera, y de esa forma sobrellevar de la mejor manera posible un desajuste en la transmisión.

Esto no es lo que le ocurrió a esta movilera española que sin que medie razón, se alteró tanto por la presencia de una nena que largó un insulto al aire que fue captado a la perfección por el micrófono que llevaba encima.