Este miércoles el volcán Popocatépetl amaneció con una fumarola de dos kilómetros, con vapor de agua y ceniza y si bien la actividad del mismo está dentro de los parámetros habituales, los especialistas siguen con detenimiento los rugidos del mismo. 

"Habíamos visto antes de los sismos manifestaciones que nos indicaban que se estaba acumulando material magmático en el cráter. Por tanto, sabíamos que iba a ocurrir, pero habíamos previsto que sucediera en octubre. Lo más probable es que el temblor hiciera que ocurriera antes", planteó el director del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), Hugo Delgado. 

Por el momento, la lluvia de ceniza se desplazó hacia la zona de Morelos debido a las condiciones del viento. Esa localidad fue seriamente afectada por el terremoto que se cobró más de 300 vidas en todo el país. 

Además hubo una emisión de fragmentos incandescentes que se precipitaron al cráter y a una distancia de hasta 600 metros sobre las laderas del volcán.