Con una diferencia de tan solo segundos, México se vio sacudida por dos sismos: el primero de 6.8 grados en la escala de Richter, y el segundo de 7.1, causando más de un centenar de muertes, derrumbes de numerosos edificios y daños materiales. 

Mientras los rescatistas trabajan en las principales ciudades del país para salvar a centenares de personas atrapadas en los escombros, siguen apareciendo víctimas fatales del violento temblor.

El primer temblor se localizó a siete kilómetros al oeste de Chiautla de Tapia, en el central estado de Puebla. Mientras que el segundo tuvo lugar en Axochiapan.