Luego de la tregua humanitaria extendida por el presidente ruso, Vladimir Putin, para que la ONU evacuara a 200 heridos (bloqueados en los barrios del este de la ciudad siria de Alepo) y que no tuviera éxito; finalmente volvieron los enfrentamientos a la zona. 

En la noche del sábado al domingo volvieron los bombardeos del régimen mientras que la OTAN alertó sobre el avance de una flotilla rusa de ocho buques incluido el Kuznetsov, el único portaaviones militar del que dispone el Kremlin. 

“No es anormal ver un despliegue de cargueros rusos en el Mediterráneo. Lo que es anormal es que ese grupo pueda ser parte de una operación de combate, de bombardeos contra Alepo. Y esa es la razón por la que estamos preocupados”, precisó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

"El régimen y los rebeldes reforzaron sus efectivos militares, lo que nos hace temer, si fracasa el alto el fuego, una gran operación militar", advirtió Abdel Rahman, director del Observatorio sirio de derechos humanos (OSDH).

El ejército sirio y las fuerzas aliadas rusas ponen fin a la tregua humanitaria en Alepo

Alepo solía ser la antigua capital económica de Siria pero desde 2011 se convirtió en el sitio de una guerra ya dejó más de 300.000 muertos, en el cruce entre el ejército de  Bashar el Assad (cuyo principal aliado es Putin) y los rebeldes. 

Desde diversos organismos internacionales se viene denunciando la crisis humanitaria que se da en Alepo en la que civiles quedan atrapados en el fuego cruzado. 

El Comité Internacional de la Cruz Roja aseguró que a pesar de la tregua "no hemos obtenido las garantías de seguridad necesarias para evacuar a los heridos y enfermos" lo que generó la condena internacional; en especial desde los gobiernos de Francia y Alemania.