Luego de la tragedia del Chapecoense, detuvieron este martes en Bolivia al gerente de la aerolínea Lamia, Gustavo Vargas, quien fue trasladado a las oficinas de la Fiscalía Departamental de Santa Cruz. También apresaron a la secretaria y el mecánico de la firma.

El fiscal Iván Quintanilla, miembro de la comisión que investiga a Lamia, había adelantado más temprano que emitió orden de aprehensión para los implicados en el caso, quienes fueron demorados “con fines investigativos”.

“Si hay elementos e indicios que se puedan relacionar dentro del presente caso, el Ministerio Público aplicará el Código Penal; sino, se ordenará el cese de arresto”, explicó Quintanilla a la presa, de acuerdo con el portal del diario Los Tiempos.

El martes, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) retiró documentación de las oficinas de Lamia, que están intervenidas por las autoridades. La empresa es investigada por supuestas responsabilidades en el accidente del avión que cayó en Medellín con 77 personas a bordo, dejando un saldo de 71 muertos.

El propio Vargas había admitido días antes al diario Página Siete que la nave, un BA-146 modelo RJ85, debió haberse reabastecido de combustible en el poblado boliviano de Cobija, en el extremo norte del país, para continuar su ruta hacia Colombia.

Por su parte, Bolivia encontró indicios de irregularidades en el funcionamiento y operaciones del Lamia, según el ministro de Obras Públicas y Servicios, Milton Claros. Como primera medida destituyó a altos funcionarios aeronáuticos. La funcionaria que aprobó el plan de vuelo pese a que supuestamente había observado problemas en la cantidad de combustible, pidió refugio en Brasil.