Los arrestos ocurrieron tras tres años de investigaciones de la policía financiera italiana (Guardia di Finanza) y las acusaciones incluyen corrupción, lavado de dinero y malversación de fondos por parte de empresarios, políticos y funcionarios de la región de Veneto, cuya capital es Venecia.

También se envió una petición de arresto al Parlamento para el diputado Giancarlo Galan, expresidente de la Región del Veneto y exministro de Agricultura.

Según la investigación que lleva adelante la policía financiera, al menos 20 millones de euros destinados a la faraónica obra fueron desviados a cuentas bancarias en el exterior, y lo que se busca es detectar quiénes son los beneficiarios de esa desviación.

Las investigaciones sobre la corrupción en la construcción del "Moisés", cuya inversión total asciende a 10.000 millones de euros, ya habían causado el año pasado el arresto del presidente del consejo de administración de la empresa de construcción Mantovani, Piergiorgio Baita, y de uno de sus colaboradores, Nicoló Buson, por haberse apropiado de fondos destinados a la obra.

También fueron detenidos por irregularidades en la construcción de la faraónica obra Giovanni Mazzacurati, uno de los dirigentes del consorcio que se ocupaba de la construcción, Venezia Nuova, y otros dos miembros de este grupo.