La votación de este jueves en la Cámara de Representantes de Estados Unidos representa una de las primeras victorias legislativas importantes del presidente Donald Trump ya que se votó a favor de eliminar gran parte de la ley sanitaria conocida como ObamaCare.

Luego de tres meses de negociaciones y del fallido intento en marzo pasado, Trump dio un paso más en el control del sistema de salud de ese país a pesar del rechazo unánime del partido democrático. 

Con cuatro escaños vacíos en la cámara baja del Congreso, el Partido Republicano necesitaba 216 votos para aprobar la ley de reemplazo del ObamaCare y fue aprobada por 217 votos a favor y 213 en contra; aunque todavía debe ser aprobado por el Senado. 

El proyecto de ley republicano, conocido formalmente como el American Health Care Act, tiene por objeto derogar la mayoría de los impuestos del programa anterior, incluyendo una sanción por no comprar seguro de salud. Pero entre las polémicas- que impactan directamente en los sectores económicamente más desprotegidos- lo que llamó particularmente la atención es que en el nuevo modelo se considera que el abuso sexual y la violencia doméstica son "condiciones preexistentes" de la víctima de las cuales el seguro médico no necesariamente debe hacerse cargo ya sea con apoyo psicológico y/o médico. 

De esta forma los sobrevivientes de abuso sexual y/o violencia doméstica pasan a quedar vulnerables y discriminados del nuevo sistema de salud, en especial en lo que concierne a el tratamiento del estrés postraumático y/o las enfermedades de transmisión sexual; por citar unos ejemplos.