Un particular caso en Estados Unidos ha dado un giro inesperado en las últimas horas: un adolescente demandó a su escuela por excluirlo debido a que no está vacunado contra la varicela, y recientemente contrajo la enfermedad.

Todo comenzó con el brote de varicela en una escuela secundaria de Kentucky, donde el Departamento de Salud prohibió que los estudiantes asistieran a clase a menos que pudieran probar que fueron vacunados o que son inmunes a la enfermedad.

En este contexto, el joven antivacunas Jerome Kunkel decidió demandar al centro educativo, por lo que el caso llegó a los medios de comunicación de Estados Unidos.

Kunkel y su familia se oponen abiertamente a las vacunas, al parecer por razones morales, pero lo cierto es que ahora el niño tiene varicela. Según dijeron, no se vacunan por motivos religiosos debido a que “algunas vacunas derivan de células fetales abortadas legalmente”, lo que han denominado como “inmorales y pecaminosas”.

Al respecto, la escuela ha emitido un comunicado donde explican que una vez que ya no sea contagioso y pueda demostrar que sus heridas se han curado, podrá regresar al centro.