El Centro de Manejo de Emergencias informó que la tormenta, que causó 0.4 pulgadas de precipitación pluvial, interrumpió una sequía que causó históricos bajos niveles en las principales presas que abastecen a Sao Paulo.

Los habitantes se maravillaban por los montones de hielo que decoraban sus patios. Algunos dijeron a la prensa que sus hijos nunca habían visto granizar ni jugado con el hielo antes de la tormenta del domingo último.

Mucha gente en Sao Paulo trataba de mantener el equilibrio sobre el hielo y la tormenta dejó vehículos varados en algunos barrios.