Como se sabe, Rusia está bombardeando al grupo Estado Islámico (EI) en Siria, y admitió que el sábado pasado uno de sus aviones violó el espacio aéreo de Turquía, lo que habría vuelto a repetirse el domingo.

Aunque el gobierno turco informó que Moscú le había comunicado que había sido un "error" y que no iba a volver a suceder, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que esa incursión "no parece un accidente".

Esa declaración viene luego de que el gobierno de Turquía denunciara que el domingo también se registró una incursión aérea por parte de aviones militares rusos, por lo que el Ministerio de Relaciones Exteriores turco citó al embajador de Moscú por segundo día consecutivo para pedir explicaciones y presentar una nueva protesta.

"Protestamos de forma contundente y dijimos que este incidente no debería repetirse ya que, en caso contrario, Rusia tendría la responsabilidad de lo que pudiera suceder", indicaron funcionarios turcos.

En ese marco de creciente tensión, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió a Rusia que perderá mucho si destruye su amistad con Ankara, y dijo que su país no se quedará de brazos cruzados si se repiten las incursiones aéreas rusas sobre territorio turco.

"Un ataque contra Turquía significa un ataque contra la OTAN", dijo Erdogan durante un encuentro con periodistas realizado en Bruselas, donde también advirtió que "si Moscú pierde a un amigo como Turquía, con quien ha estado cooperando en muchas cuestiones, perderá mucho, y debería saberlo".

Por su parte, Stoltelnberg reiteró el llamado a Moscú para que respete las fronteras y el espacio aéreo de Turquía, que son también –subrayó– territorio de la Alianza Atlántica.