Un hombre sudanés, enfermo de Ébola, falleció en Alemania en la madrugada de este martes. Había sido trasladado desde Liberia para ser tratado en Europa, y finalmente murió en la clínica St. Georg de Leipzig.

El paciente de 56 años trabajaba en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y murió durante la madrugada "a pesar de las intensivas medidas médicas adoptadas y de que el personal sanitario ha realizado los mayores esfuerzos", señaló a la prensa local el vocero del hospital, Martin Schamlz.

Tras un primer reconocimiento, la clínica había calificado de "extremadamente crítico" el estado del paciente, aunque se encontraba estable.

El hombre había sido trasladado el jueves pasado desde Liberia en un avión sanitario adaptado y había quedado ingresado en la clínica St. Georg, uno de los siete hospitales que existen en Alemania con unidades de aislamiento para enfermedades altamente infecciosas.

Frente a la alarma, el ministro alemán de Sanidad, Hermann Gröhe, aseguró que, según los expertos, la probabilidad de que se registre un contagio de Ébola en Alemania a partir de una persona que llegue al país infectada es "muy, muy baja".

Gröhe quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a la población tras los casos de contagio registrados en España y Estados Unidos, y aseguró a los periodistas que el país está "preparado" para esa eventualidad.