17 muertos y más de 200 heridos es el trágico balance del impacto de un elemento explosivo, en el patio de una escuela de la ONU, situada en la localidad de Beit Janun. Una radio de Israel ha anunciado, sin citar fuentes, que la mayoría de los fallecidos son niños.

El grupo islamista Hamas acusa a Israel del ataque, mientras que Israel difundió un comunicado en el que señala que "varios cohetes disparados por Hamas desde la Franja de Gaza impactaron en la zona de Beit Janun".

Más de 1500 personas estaban bajo refugio en este centro de UNRWA (Agencia de la ONU para refugiados palestinos) tras haber huido de sus casas cercanas a la frontera con Israel ante la ofensiva militar.

Las primeras informaciones locales basadas en testimonios palestinos indicaron que el obús procedía de un tanque israelí.

El portavoz de UNRWA, Adnan Abu Hasna, afirma que este jueves por la mañana había dialogado con Israel para evacuar los desplazados de Beit Janun a un lugar más seguro: "Desgraciadamente hay muchos muertos y heridos ahora", lamentó en las últimas horas.

Tras 17 días de la escalada entre Hamas e Israel, el número de muertos en Gaza supera los 760. En Israel, los fallecidos llegan a las 35.

Las conversaciones para alcanzar la paz por la vía diplomática, sigue su curso pese a las palabras del líder de Hamas, Jaled Meshal que el miércoles rechazó de nuevo la propuesta de tregua egipcia.

El objetivo ahora es declarar una tregua humanitaria inmediata de cinco días para que Israel, Hamas y Egipto puedan negociar en El Cairo sobre los puntos más importantes como los pasos fronterizos de Gaza, la situación en la frontera o la liberación de presos de Hamas.

El Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, vio con horror el hecho: "Las circunstancias son todavía muy confusas, pero condeno fuertemente este acto" declaró.