En una entrevista con la agencia de noticias EFE, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama le bajó el tono a aquella declaración en la que hizo temblar al continente al entender que Venezuela es una amenaza para Estados Unidos.

"No creemos que Venezuela sea una amenaza para Estados Unidos y Estados Unidos no es una amenaza para el Gobierno de Venezuela", dijo Obama, esta vez. Y con particular criterio, completó: "Estas sanciones no quieren socavar al Gobierno venezolano ni promover la inestabilidad en Venezuela".

En ese sentido, advirtió: "Pero seguimos muy preocupados por cómo el Gobierno venezolano sigue esforzándose por intimidar a sus adversarios políticos, incluido el arresto y acusación por cargos políticos de funcionarios electos".

"Quiero hablar claro. Nuestro interés principal y duradero es en una Venezuela que sea próspera, estable, democrática y segura. Queremos que el pueblo venezolano triunfe y prospere", sentenció el presidente del país más poderoso de la tierra.

"Creo firmemente en el compromiso diplomático, y Estados Unidos sigue abierto al diálogo directo con el Gobierno venezolano", expresó, al tiempo que apuntó: "El diálogo interno para encontrar una solución política a las divisiones que fragmentan a la sociedad venezolana es el "mejor camino".

Obama concluyó: "Seguiremos trabajando de cerca con otros en la región para alentar al Gobierno venezolano a llevar a cabo su compromiso de promover y defender la democracia", prometió el presidente de EEUU. Y pidió que "ni EEUU ni el continente deben mantener silencio ante la situación en Venezuela".