"La ballena estaba aquí mismo en mi cara, literalmente. Luego pensé que estaba muerta, que la ballena me caería encima. Lo siguiente que sé es que estaba bajo el agua. ¡Todavía tengo un subidón de adrenalina!", contó Liz Cottriel, al relatar lo vivido al legar a la orilla.

Las dos mujeres se movían en un kayak buscando acercarse a las ballenas, cuando vieron cerca de ellas un gran charco de peces, y sin darles tiempo a reaccionar, una gigantesca ballena emergió del agua y se elevó sobre ellas porque lo que pretendía era comerse los peces y en el camino estuvo cerca de tragarse también a las dos kayakistas.

Luego del impacto ambas pudieron salir a la superficie y otros kayakistas y surfistas las ayudaron mientras se cercioraban de que no tenían mordeduras ni heridas..

Pudieron recuperar su kayak y regresar a la playa. Lo único que tuvieron que lamentar es que perdieron las llaves de su coche tras el cruce con el cetáceo..