Abdullah Kurdi, el padre del niño Aylan Kurdi, cuyo cadáver apareció en las playas turcas, enterró al nene de 3, a su hermanito de 5 y a su esposa, todos muertos cuando cayeron de una balsa que se dirigía a las costas de Grecia.

Decenas de personas se congregaron y acompañaron los ataúdes al ser depositados este viernes en fosas del Cementerio de los Mártires de Kobani, cerca de la frontera turca con Siria.

Tras afirmar a la prensa que ya no quiere volver a Siria, de donde toda la familia era originaria, dijo que "quiero que el mundo entero nos escuche desde Turquía, donde hemos llegado escapando de la guerra".

"Tengo un gran sufrimiento", dijo Kurdi, planteando que "hago esta declaración para evitar que otras personas tengan el mismo sufrimiento" al que fue arrastrado por los hechos bélicos que sacuden a Siria, donde el hombre ya perdió a 16 familiares.