Después de lo que pasó aquella vez, Fonzi nunca volvió a la mesa de los almuerzos de Mirtha Legrand. Lo cierto es que alguien se durmió en un lujoso jardín y la voz indiscreta de una abuela preguntó "señor Fonzi... señor Fonzi...", pero no hubo respuesta. El señor Fonzi era un tronco durmiente, con olor a whisky.

No sabemos si habrá motivado alguna recomendación para la joven Juanita, pero si una figura de la televisión, el teatro y el cine como lo es este singular muchacho no volvió a comer en la pomposa mesa de Mirtha, algún rencor quedará.