Sofía Gala, con sus desparpajo habitual, contó una anécdota en la que estaba con una amiga y un hombre después de pasar reiteradas veces por el lugar dónde ellas se encontraban, comenzó a masturbarse.

Lejos de tomar la situación a risa, Sofía Gala mostro su malestar cuando un hombre decide ejercer ese tipo de "violencia visual" por sobre una mujer, cuando "ella no solicitó ver eso".

Este tipo de declaración puede relacionarse con la batalla que viene dándose desde distintos frentes contra la práctica del piropo callejero. Y las repercusiones ante los dichos polémicos de Mauricio Macri y sus "piropos" poco felices.

Claro, que en el caso de la anécdota de Sofía Gala la violencia ejercida fue mucho más extrema.