Los años ochenta todavía no tuvieron la revisión correspondiente por la cultura argentina a pesar de haber sido uno de los momentos más creativos para el rock, el teatro, el cine y distintas actividades artísticas.

Muchas de las mejores bandas de rock surgieron en esa época, festivales de teatro, el cine testimonial y de denuncia, los nuevos programas de radio, todas expresiones de una sociedad que quería sacarse de encima la oscuridad de la Dictadura.

Ronnie Arias fue un de los testigos privilegiados de ese momento, donde se codeó con las principales figuras y fue partícipe de movidas teatrales y radiales junto a su gran amigo Fernando Peña.

Precisamente una anécdota vivida junto a él, fue la que despertó las carcajadas incontenibles de Andy cuando preguntó su vínculo con las drogas.