La televisión vive un momento de transición e intranquilidad. Con conductores arriba de los cincuenta años, ve como los números del rating caen mes tras mes y las audiencias corren a otras plataformas en busca de entretenimientos.

Ya sea Netflix, Youtube, Twich o redes sociales, la diversificación de la oferta le fue quitando impacto a la televisión que eligió bajar al mínimo sus apuestas y la mayoría de sus programas se reducen a un conductor con panelistas debatiendo sobre un tema.

Jorge Rial quiso alejarse de su lugar de confort como era la conducción de Intrusos, y no logró hacer algo tan distinto ni cautivar al público. Por eso levantó rápidamente el ciclo y se despidió de su audiencia con una extraña reflexión acerca de por qué no sigue más al aire.