El romance esta semana llega a través de dos históricos actores argentinos, con una película de producción nacional que se titula “Tokio”, y que gira en torno al amor entre dos adultos ya mayores, pero con mucho espíritu como para disfrutar de los mejores años de su vida.

La trama transcurre prácticamente en una noche, donde dos adultos desconocidos, una verdadera dama y todo un caballero, coinciden por obra del destino en un bar de jazz, donde comenzarán un juego de seducción y conquista que terminará en una historia de amor entre dos personas que, a su edad, sin prejuicios ni temores, deciden entregarse el uno al otro.

Graciela Borges encarna a una mujer solitaria y algo decepcionada sentimentalmente, que regresa al país luego de finalizar una relación amorosa. La jerarquía de la actriz enaltece la cinta, ya que realiza un gran papel, generando mucha química con su pareja de ficción.

Los diálogos de Borges con Luis Brandoni son excepcionales, y ambos logran mucha química en pantalla. El actor es un pianista cuya vida parece un tanto misteriosa. Compone a un verdadero caballero, muy galán y seductor, en un trabajo que está lejos de sus clásicos latiguillos cómicos.

El director es Maxi Gutiérrez, quien se encarga de contar la historia a través de una narración simple, ya que la trama transcurre de forma lineal, a lo largo de 24 horas de ficción, pero con muchos recursos de cámara como para dejar alguna huella en cada escena. Utiliza planos largos, en cuanto a su duración, con mucho diálogo, y recurre a la música de jazz de fondo, casi durante toda la película, y una iluminación tenue, generando así un clima cálido.

El resultado final es una propuesta satisfactoria, pero principalmente gracias al trabajo de los dos protagonistas. La narración es buena, aunque cae en varios lugares comunes, pero la labor de Borges y Brandoni hace que los espectadores se enamoren de esta pareja y de la cinta en general. Es una linda historia romántica, que además permite disfrutar de buena música.

¿Hay que verla? Sí, hay que apoyar el cine nacional y a este tipo de propuestas. Pero, en especial, hay que aprovechar para ver a dos grandes actores argentinos en pantalla grande. “Tokio” es entretenida y posee una historia amena, que vale la pena ver.