Cruda, incómoda, intensa, con planteos morales y debates sociales a los que el espectador deberá  someterse. Esto es lo que trae consigo la nueva versión de “La Patota”, un film de Daniel Tinayre de 1960, y que protagonizó Mirtha Legrand, pero que este jueves llegó de la mano de Santiago Mitre, en una versión muy interesante, que aporta una gran opción de cine nacional a la cartelera de esta semana.

La historia se centra en Paulina, una joven profesional que decide volver a su ciudad natal a trabajar en una escuela suburbana, como parte de un programa de inclusión social, en contra de la voluntad de su padre, un destacado juez. Mientras intenta adaptarse a su rol, es atacada y violada por una patota, cuyos integrantes, sin saberlo, estarán más cerca de ella de lo que se imagina. Entre sentimientos encontrados, la protagonista deberá decidir cómo seguir con su vida.

La película está contada desde un gran flashback, recurso que vuelve a utilizar el director Santiago Mitre dentro del mismo relato, para darle un toque distintivo a su versión de la película. De esta manera, narra distintos momentos, desde diversos puntos de vista, lo que resulta una técnica más que interesante para explicar los diferentes detalles que tiene la trama.

Además de lucirse con la forma de narración, donde también incluyó algunos planos secuencias muy destacados, el cineasta, junto a Mariano Llinás, crearon un guión jugoso, comprometido, y que interpela al espectador con un constante debate moral, que se entremezcla con factores políticos y sociales, haciendo reflexionar al público de manera repetida.

Está todo centrado en el personaje de Paulina, encarnado por Dolores Fonzi, quien brinda una actuación fantástica, muy creíble y seria. Al costado está Oscar Martínez, un gran actor argentino, que brinda un tremendo trabajo, con pocas pero disfrutables intervenciones, mientras que también es muy destacable la labor de Esteban Lamothe, a quien se lo vio incómodo en “Abzurdah” hace unas semanas, pero que aquí aporta desde un rol mucho más complejo, y que resolvió en gran forma, incluso hasta modificando su forma de hablar.

En líneas generales es una gran película. Tal vez la mejor propuesta argentina en lo que va del año. Grandes interpretaciones, pero además, una narración de gran calidad, original y con muchos guiños del director, un joven cineasta que, con producciones como esta, promete y mucho. Un drama intenso, y muy atrapante.

¿Hay que verla? Sí, sin dudas. Producción nacional de la buena. “La Patota” es una gran opción para esta semana.  Una película con muchos puntos altos.