Según detalla la revista Time, tras el referéndum que determinó la salida de Reino Unido de la Unión Europea, peligra la continuidad de la serie Game of Thrones por los altos costos que generaría una nueva temporada.

Los productores prevén un aumento preocupante del presupuesto de los episodios que ya eran los más caros de la historia de la televisión. Cada emisión cuesta diez millones de dólares. A esto hay que añadir el hecho de que sus actores, han pedido un aumento de sueldo.