No era un fotógrafo más. Lucien Clergue, el artista francés que se animó a buscar el desnudo perfecto. Nacido el 14 de agosto 1934 y, como lo llamaba el pintor, novelista y dramaturgo Jean Cocteau, era "un poeta con una cámara".

Otro genio que también disfrutó su pasión por la fotografía fue el pintor Pablo Picasso, que lo proclamó como "el Monet de la cámara".

El erotismo, como arte, es difícil. Porque si hay mucho, si se desparrama y se exagera, le toca la puerta a lo incómodo, burdo u ordinario. Clergue consigue, con sus imágenes, bordear la línea y provocar rico e intenso.

Era un artista de chiquitito. Con siete años ya tocaba el violín, y aunque nació en una familia pobre que no pudo ayudarlo a avanzar en sus estudios musicales, Lucien aprendió fotografía a sus catorce. A sus 18 se hizo amigo de Picasso y desde ahí no paró un segundo. Muestras, clases, obras maestras. No vamos a relatar todas sus obras porque no somos Wikipedia ni buscamos serlo, pero hizo muchísimas exposiciones y todo su aporte se puede encontrar en la Biblioteca Nacional de Francia, en el Museo Folkwang, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo Ludwig o el Museo Réattu de Arles.

Vivió 80 años, recibió varios premios y en el 2006 fue nombrado miembro de la sección de fotografía de la Academia de Bellas Artes. En 2014 falleció de viejito.

Luego de este corto CV, pasamos a las imágenes que son, en definitiva, lo que aquí nos llama.