Como era de esperar con la Reforma Tributaria impulsada por el Gobierno Nacional, los principales beneficiarios son los empresarios: desde este martes, es más barato contratar a nuevos empleados.

Así, las empresas podrán reducir contribuciones patronales de las nuevas contrataciones de personal. Esas reducciones rigen para las remuneraciones devengadas desde febrero pasado inclusive, según publica Ámbito.com.

En lo que respecta a Seguridad Social, la reforma plantea dos grandes cambios: la creación de un Mínimo No Imponible (MNI) para las Contribuciones Patronales, que comienza desde febrero de 2018 con 2.400 pesos mensuales por trabajador.

Y el segundo de los cambios es la gradual unificación de las alícuotas en dicho régimen, ya que las mismas quedarán hacia 2022 en el 19,5 por ciento del salario bruto, sin importar el tipo de actividad que desarrolle el empleador.

Con el argumento de “abaratar el costo laboral en las nuevas contrataciones” y así “favorecer la generación del empleo en blanco”, según indicaron varios funcionarios, el macrismo apunta a sumar ganancias en el sector que representa y del que proviene: las patronales.

En desmedro, claro, del conjunto de los trabajadores y del propio erario público, que sufrirán una importante reducción en seguridad social y en los tributos que hasta la semana pasada percibía como aportes patronales.