Como se sabe, los créditos UVA son aquellos que se ajustan por inflación, y durante el año pasado tuvieron un récord y se espera otro tanto para 2018.

Es que, con los índices oficiales en la mano, nadie puede asegurar que el costo de vida no se disparará en un futuro próximo y por ende que el valor de las cuotas de esos créditos no hagan lo propio.

De modo que es el propio Gobierno Nacional, promotor de los UVA, el que ha instrumentado un seguro contra eventuales crisis inflacionarias, a pesar de que sus funcionarios sostienen sistemáticamente que la inflación baja…

Este seguro que actualmente discuten bancos y legisladores, porque debería pasar por el Congreso, consiste en que cada tomador de créditos hipotecarios UVA pague un seguro equivalente al 3 por ciento de la prima o cuota.

Así obtendría una cobertura en el caso eventual de que la  inflación supere en más del 20 por ciento la suba de los salarios medida a través del Coeficiente de Variación Salarial (CVS). Lo que se llama ‘cláusula gatillo’.

Si bien fueron creados por el Banco Central para fomentar el crédito hipotecario “y protegerte de la inflación”, según reza el eslogan de la entidad, parece que nadie queda a salvo de la continua alza en los índices de precios. De ahí que se instrumente ese seguro que pagará, lógicamente, el propio tomador del crédito.