En la noche del último lunes cuando se inició la última cadena nacional, Cristina Fernández de Kirchner hizo un repaso por la historia económica argentina y cómo llegamos a esta situación.

La jefa de Estado destacó que "no me sorprende el fallo" y calificó de "extorsivo" el pago de deuda al que quieren someter al país, después de que la Corte Suprema estadounidense rechazara la apelación nacional y convalidara el fallo de Griesa.  Asimismo, la Presidenta aclaró que "Argentina va a cumplir con sus obligaciones, no va a defaultear su deuda reestructurada", dijo y agregó: "Estamos abiertos que entren al canje el 100%, la vocación argentina es pagar".

Pero esta vocación de pagar no siempre estuvo entre las prioridades de los políticos argentinos.

Con la vuelta de la democracia Ricardo Alfonsín asumió la deuda ilegítima de la dictadura, en un claro gesto de mostrar voluntad de pago, pero también perdiendo la oportunidad histórica de enfrentarse a poderes económicos que usufructaron la violencia política, económica y social que atravesó el continente durante los setenta.

La convertibilidad

En 1991 llegaría un hito económico en nuestra historia bajo la presidencia de Carlos Menem y con Domingo Cavallo como Ministro de Economía. Después de las hiperinflaciones que atravesaron nuestros ochentas, corridas, remarcación de precios constantes, y depreciación de nuestra moneda llegaría la "supuesta salvación conocida como la ley del plan de Convertibilidad".

Es ya más que conocido el discurso de Domingo Cavallo con su gran fallido sobre "que un peso es igual a un dolar y una mentira".  De una devaluación atroz pasamos a una sobrevaluación que llevó a muchos a la famosa "pizza y champagne". Pero mientras el verde esmeralda del dólar se vendía como espejitos de colores, gran parte de la población se empobreció ante la falta de trabajo, la mano de obra en negro y los productos "made in china" que destruyeron la industria nacional.

El país se seguía endeudando externamente sobremanera y aceptando "las recetas" de los que manejaban los hilos. Cuando llegó el turno del radicalismo, De La Rúa decidió mantener la convertibilidad y ya es historia conocida como terminamos desembocando en la crisis del 2001.

Al mantenerse la convertibilidad, la necesidad de dólares era cada vez mayor pero las inversiones nunca llegaron sino que eran dólares que entraban para "tapar baches económicos" pero sin un verdadero programa de reestructuración económica.

El blindaje

En enero de 2001 llegaría lo que se conoce como "el blindaje" otra manera elegante de decir "seguimos tapando baches" . Argentina recibió un crédito por 40 mil millones de dólares para cubrir su economía, en un acuerdo establecido entre  los principales actores financieros locales e internacionales: bancos, AFJPs, el FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros.

De acuerdo al gobierno de De la Rúa, la inmediata utilización de este préstamo para cancelar los compromisos financieros asumidos por el país, permitiría dar una señal de solidez y seriedad al mercado financiero internacional. El país no estaba bien si se considera que para el año 2000 tenía previsto utilizar el 20 % de sus recursos para el pago de la deuda externa. Las inversiones extranjeras nunca llegaron y Argentina tocó fondo.

Andrés Brown, de En Orsai, detalla claramente cuales eran las políticas previstas en El Blindaje:

• Reforma Previsional: eliminar la Prestación Básica Universal y elevar la edad jubilatoria de las mujeres.

• Racionalización de la administración pública: es decir, achicar el Estado.

• Reducción del gasto público: el objetivo era garantizar el equilibrio fiscal. Para eliminar el déficit promulgaron incluso una ley llamada de Déficit Cero. En el segundo semestre de 2001 el gobierno ajustaría el gasto en 4.000 millones de pesos, cifra equivalente al 1,5% del PBI. 2.100 millones de esos 4.000 serían recortados a las provincias. Las otras dos partidas ajustadas serían las prestaciones a la seguridad social (jubilaciones) y los salarios del sector público.

• Reestructuración de la ANSES y del PAMI: se le agregaba la desregulación de las obras sociales.

• Firma por parte de todas las provincias del Compromiso Federal para el Crecimiento y la Disciplina Fiscal: congelaría el gasto primario público de la Administración Nacional y Provincial.

Como señala Brown, "El FMI era nuestro nuevo Poder Ejecutivo".

El "Mega- canje"

¿El remedio para todos los males económicos argentinos? Claramente no.  Se suponía que aliviaría  los pagos de intereses y capital de la deuda externa, canjeando la deuda existente por otra que permitiera pagar en un plazo mayor. La propuesta provino de David Mulford,  ex secretario del Tesoro de los Estados Unidos, que por ese entonces trabajaba para el banco Credit Suisse First Boston. El ministro Domingo Felipe Cavallo y su secretario de Política Económica Federico Sturzenegger fueron el apoyo local para llevar a cabo el "cambio de una deuda por otra (mayor)".

La deuda creción de manera exorbitante, y se terminó abriendo una causa judicial por el Mega- Canje donde siete bancos (Banco Francés, Santander Central Hispano, Galicia, Citigroup, HSBC, JP Morgan y Credit Suisse First Boston) pasaron a estar implicados en esta estafa que representó una perjuicio de 55 mil millones de dólares para el país.

Hacia finales del año 2000 la deuda externa del país ascendía a los 80.000 millones de dólares. Después del  Mega-Canje, la deuda llegaría hasta los 88.000 millones de dólares y para el año 2003 alcanzaría nada más y nada menos que  102.000 millones de dólares.

Cavallo: ¿El único culpable por las malas gestiones?

La causa del megacanje del 2001 prescribió y 9 de los implicados fueron sobreseídos.  Se trata de 8 ex funcionarios del gobierno de De la Rúa y el banquero internacional David Murdorf que nunca declaró ante la justicia argentina. Muldford tenía un pedido de captura internacional emitido por el juez federal Sebastián Ramos, a cargo del caso actualmente, que quedó revocado con esta decisión de la Cámara.

Domingo Cavallo es el único que aún sigue procesado en la causa del Megacanje a la espera de ser sometido a juicio oral desde 2007.

Los ex funcionarios que fueron sobreseídos son: Federico Struzenegger (ex Secretario de Política Económica), Jorge Baldrich (ex Secretario de Hacienda), Julio Dreizzen (ex subdirector de Financiamiento), Horacio Liendo (ex asesor del entonces ministro de Economía Domingo Cavallo), Ernesto Marcer (ex Procurador del Tesoro), Carlos Molina (ex Director de la Oficina Nacional de Crédito Público), Norberto López Isnardi (ex Director de Financiación Externa de la Oficina Nacional de Crédito Público) y Guillermo Mondino (ex jefe de Gabinete de Asesores del Ministerio de Economía).

En la causa se investigó a los directivos de los bancos, que fueron sobreseídos, al igual que el ex presidente de la Nación Fernando De la Rúa, quien había sido procesado en el 2006 por el entonces juez Ballestero junto con todos los imputados, pero la Cámara Federal revocó su decisión.