Las consecuencias de las políticas económicas y sociales implementadas por Mauricio Macri parecen no tener límite: hoy se conoció que la principal embotelladora de Coca Cola pidió procedimiento preventivo de crisis y que la cadena Falabella cerró su enorme tienda de la peatonal Florida.

En ambos casos la causa es la misma: la brutal caída del consumo popular por el brutal deterioro de los ingresos populares, de los trabajadores y de la clase media asalariada.

"La empresa está atravesando una etapa compleja debido a la desaceleración del consumo, lo que la ha colocado en la necesidad de readecuar su estructura de trabajo", informó Coca Cola-Femsa a través de un comunicado.

Por su parte, la cadena chilena indicó que “unificamos las operaciones en Florida 202 y 343” pero aclaró que “todos los colaboradores que allí se desempeñaban, fueron reubicados”.

Sin embargo, nada indica que el repliegue de la cadena de tiendas de origen trasandino se haya frenado; muy por el contrario, la competencia y la continua caída en las ventas hacen prever nuevos ajustes.

En tanto, la peatonal Florida está a punto de convertirse en un páramo: la vacancia de locales comerciales es la más alta desde 2001, cuando el país y Buenos Aires sufrieron su peor crisis económica en la historia.

Marcelo Zuliani, gerente comercial de Colliers Internacional, dijo que “la vacancia de locales en Florida superó los dos dígitos”, a pesar de que pasó “de ser la calle comercial más cara de Latinoamérica a la más barata”.

“La caída en el consumo hace que haya mucha oferta de locales vacíos y muy poca demanda”, indicó Zuliani a BAE Negocios.