El jueves y ante grandes ruralistas, el alemán Martin Richenhagen, CEO de la multinacional Agdo, tildó al gobierno argentino de ser un "régimen comunista" porque en el sector agrícola "no podemos importar ni vender como quisiéramos".

Aníbal Fernández salió este viernes a responderle al señalar que "aunque a este extranjero no le satisfaga, la legislación sigue siendo argentina, con lo cual seguiremos pensando de la misma manera".

En su habitual encuentro matutino con la prensa, el jefe de Gabinete indicó que, en lo que respecta a la soberanía política y económica argentinas, "no nos puede hacer mella el pensamiento de un funcionario extranjero que quiere llevarse sus ganancias".

Fernández añadió que “cualquiera puede opinar, pero de ahí a si acierta, y a querer llevarse ventajas que no tienen el resto de los argentinos, nadie está dispuesto a hacerlo".