El lunes, el presidente de General Motors, Dan Ammann, anunció una inversión de 270 millones de dólares para producir motores de última generación en nuestro país, con la construcción de una planta, ubicada en Rosario, que será la primera de fabricación de impulsores de aluminio de última generación de GM en Sudamérica.

El "Proyecto Fénix" de empresa, en el marco del cual se llevará a cabo la importante inversión, prevé el desarrollo de un nuevo modelo global, en el que la compañía invertirá, hasta 2016, otros 450 millones de dólares más 20 millones en renovación de equipos, lo cual hace un total de 740 millones de dólares.

Al explicar la iniciativa, el director de Asuntos Públicos y Comunicaciones de GM, Nicolás Abbate, destacó que "la Argentina es un mercado muy importante para la marca Chevrolet", y que por otra parte les parece fundamental "mantener el nivel de empleo de la planta y los nuevos proyectos".

En declaraciones a los medios, el directivo agregó que GM pasará "a tener un producto con mayor valor agregado para exportar", y que los motores que se producirán tendrán "tecnología que no se conoce en Latinoamérica", porque serán "de última generación, de aluminio".

En este sentido, manifestó que trabajarán con el gobierno nacional "para ubicar a los proveedores locales", porque en definitiva "Argentina ha demostrado ser un mercado muy importante para la industria automotriz".

Según informó la empresa a través de un comunicado, el nuevo motor a fabricarse en Rosario, de última generación y alta tecnología, es más liviano y tiene menor consumo de combustible por estar construido en un 100 por ciento de aluminio.