En los últimos días de la semana pasada, la ministra Débora Giorgi manifestó su optimismo al asegurar que "es inminente la firma de un protocolo automotriz con Brasil, un sector que representa más del 50 por ciento del comercio que tenemos con nuestro país vecino y principal socio comercial".

La discusión pasa, entre otros puntos, porque la Argentina quiere que Brasil exporte entre 1,3 y 1,4 millones de dólares por cada millón de dólares en autos que la Argentina envíe a ese país, mientras que el gobierno de Brasilia quiere llevar esa relación (lo que se denomina técnicamente "Flex") a 2 millones de dólares.

Otro punto a tratar es la propuesta Argentina para que Brasil adquiera menos autopartes en países por fuera del Mercosur y equilibre la balanza comercial en ese sector.

El acuerdo en el sector automotriz aparece como central para la búsqueda del equilibrio comercial entre ambas naciones ya que si bien la Argentina tuvo un superávit por la venta de autos terminados de 389 millones de dólares, éste no logró compensar el déficit de 2.767 millones de dólares que marcó el comercio de autopartes.

Y esos casi 2.400 millones de dólares son el eje principal de los 3.100 millones de dólares que la Argentina tuvo de déficit el año pasado en el intercambio comercial.