A los 26 años, Eric Cantona, delantero surgido en el Auxerre, fue fichado por Manchester United. La llegada del genio francés a Old Trafford se dio porque Sir Alex Ferguson veía en él condiciones que muchos otros entrenadores habían pasado por alto por su complicado carácter.

Su etapa en Old Trafford estuvo llena de éxitos, pero su temperamento hizo que muchas veces se hablara más de sus indisciplinas que de las excelsas pinceladas que regalaba cuando tomaba la redonda.

Uno de los momentos que marcó, para mal, el paso de Cantona por Manchester United fue la increíble patada que le dio a un hincha en Selhust Park hace exactamente 20 años.

El 25 de enero de 1995, Manchester United visitaba a Crystal Palace en Selhust Park en la jornada 26 de la Premier League 1994/95. Los "red devils"  llegaron dos puntos abajo de Blackburn, equipo que en esa temporada se proclamaría campeón, por lo que era un partido muy importante para los dirigidos por Sir Alex Ferguson.

Cantona sufrió mucho aquella noche. El francés tuvo roces durante toda la primera parte con Richard Shaw, defensor inglés del Crystal Palace que fue el encargado de marcarlo, y la cosa no terminaría bien en el segundo tiempo.

En el minuto 61, el jugador del Manchester United le dio un golpe a Shaw tras un forcejo y el árbitro, Alan Wilkie, no dudó en mostrarle la tarjeta roja.

Hasta ahí la situación era normal. El temperamento de Cantona era conocido por todos en el mundo del fútbol y ya era la quinta vez que era expulsado con la camiseta de Manchester United. Lo que hizo memorable este suceso fue lo que pasó cuando el talentoso futbolista francés se dirigía hacia los vestuarios.

" Volvete a Francia, bastardo hijo de puta", fueron las palabras que Matthew Simmons, un joven de 20 años que le gritó al delantero francés desde la tribuna. Esto hizo que Cantona, quien ya estaba enfurecido por la expulsión, perdiera la cabeza y lo pateara.

Esta violenta reacción le costó muy cara a The King: multa de 20,000 libras, nueve meses de sanción y 120 horas de servicio comunitario. Aunque el castigo más doloroso fue que su etiqueta de jugador indisciplinado provocó que no fuera considerado por Aimé Jacquet para asistir a la Eurocopa 1996 y al Mundial 1998 con la Selección de Francia.

El fanático del Crystal Palace que fue agredido también vivió un calvario, ya que el club del que es hincha lo borró como socio, perdió su trabajo, recibió amenazas por parte de los hinchas del United y sus padres dejaron de hablarle por el temor a represalias.

Cuando la Federación le dijo que debía pedir disculpas públicamente por el incidente, Cantona dijo: "Pido perdón a todos, al Manchester United, a mis compañeros de equipo, a los fans, a la Federación... y también a la prostituta que compartió mi cama la noche pasada".