El Mineirao, ese estadio donde Brasil sufrió la peor goleada de su historia mundialista, fue escenario nuevamente de un batacazo: el humilde Jorge Wilstermann de Bolivia aguantó el triunfo por la mínima que había conseguido en la ida, igualó 0-0 ante el Atlético Mineiro, y se clasificó a los cuartos de final de la Copa Libertadores de América, donde ya esperaba River.

El dueño de casa, obligado por la derrota del primer juego, fue el que propuso durante los 90 minutos. Se adueñó de la pelota y más allá de alguna aproximación de la visita, arrinconó a su rival, aunque desperdició una y otra chance de gol.

Mientras avanzaba el reloj, la desesperación se fue apoderando del Mineiro, al tiempo que crecía la figura de Olivares, el arquero de Wilstermann, que aguantó los instantes finales replegado en su campo hasta el histórico pitazo final.

Una vez más, el Mineirao se enmudeció, y el conjunto boliviano, que había sido de los peores segundos de la fase de grupos, se metió en los cuartos de final de la Libertadores. Con este resultado, el ‘Millonario’ conoce a su rival de la próxima instancia y también se aseguró definir la serie en casa.