Andrea Pirlo es uno de los volantes más exquisitos que ha dado el fútbol en los últimos quince años, con una visión de juego privilegiada, un pase siempre correcto y por sobre todas las cosas una pegada milimétricamente perfecta.

En este caso, en un partido del New York City FC, "Il Proffesore" fue a patear un tiro de esquina y decidió hacerlo olímpico. Lamentablemente la pelota pegó en el palo pero la curva que tomó la pelota y la manera en que lo captó la cámara es una belleza, nene.