Peleas y sangre en las tribunas mientras jugaba Inglaterra y Escocia
La violencia se desató en Wembley tras la victoria de los ingleses por 3-0. En las horas previas, simpatizantes escoceses bloquearon una plaza y provocaron destrozos.
El clásico más antiguo del mundo dejó varios incidentes en la previa, el durante y el después de un partido que comenzó con el bloqueo del Trafalgar Square y terminó con una batalla sangrienta en las gradas del estadio.
El legendario enfrentamiento deportivo favoreció a Inglaterra, que venció 3 a 0 a Escocia por el grupo F de las eliminatorias europeas. Ambos países llevaron la amapola en su camiseta a pesar de que FIFA había prohibido su uso.
Las imágenes del aficionado ensangrentado reflejó lo sucedido en Wembley. El hombre tuvo que recibir asistencia de la policía y la seguridad dentro del estadio.
Al menos un fanático tuvo que ser trasladado en ambulancia a causa de una conmoción cerebral. Un video publicado en la red social Snapchat denotó la brutalidad con la que se enfrentaron los hinchas de ambos países.
Pero los problemas no comenzaron con el pitido inicial, sino desde que los visitantes desembarcaron en Inglaterra. El Trafalgar Square y el Covent Garden terminaron en pésimas condiciones durante las horas previas al partido.
Según los medios locales "miles de aficionados escoceses se apoderaron de Londres". Baños públicos destrozados, monumentos cubiertos con la bandera escocesa e hinchas descontrolados a causa del alcohol predominaron en la capital, donde se conmemoraba una fecha importante.
Ese mismo día, pero de 1918, se firmó un acuerdo entre "los aliados" (Reino Unido, Francia, Rusia y Estados Unidos) y el imperio alemán, en el que se estableció el cese del fuego durante la Primera Guerra Mundial.
Dentro de la cancha fue goleada de Inglaterra. Daniel Sturridge, Adam Lallana y Gary Cahill le dieron la victoria y el primer lugar del grupo F con 10 puntos.
Los aficionados elogiaron la actitud de ambos equipos por llevar el brazalete de amapolas, refiriéndose al día del Armisticio, a pesar de que la FIFA había prohibido cualquier manifestación política dentro de la cancha.
El ente regulador del fútbol amenazó con la quita de puntos a quienes siguieran adelante con esa idea. Hasta el momento, los ingleses no se vieron perjudicados.
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