Horacio Pagani tiene la peregrina idea de que puede seguir disimulando de qué equipo es hincha, como si todo el mundo del fútbol no supiera que es fanático de Boca.

Tratando de tapar el sol con la mano, se enoja cada vez que Distasio se lo insinúa pero al mismo tiempo no hace nada para atenuar sus argumentos para defender a Boca y en contra de River.

A diferencia de Toti Pasman que blanqueó su amor por el equipo de La Ribera, Pagani se hace el imparcial y queda en ridículo cada vez que el carácter lo traiciona cuando el Xeneize pierde un Superclásico.