Según reveló años después Carlos Salvador Bilardo, enojado por haber recibido dos goles de pelota parada en la final del Mundial 86, el entrenador argentino revoleó la medalla de campeón luego del partido, y nunca pudo recuperarla.

Algo parecido le sucedió a José Mourinho, el técnico del Chelsea, aunque en este case se trató del premio por salir segundo, algo que el portugués no se bancó. Por eso, tras saludar a los rivales, tiró su medalla de plata a la tribuna del campeón.

"No me guardo las medallas del perdedor", se justificó el siempre polémico técnico, aunque después aclaró: "No guardo las medallas que gano, así que no sé por qué voy a guardar las que me dan cuando pierdo".

Chelsea cayó 0-1 con Arsenal en la final de la Community Shield, y ‘Mou’ volvió a mostrarse como un mal perdedor. Primero, si bien felicitó a todos los futbolistas ganadores, evitó el saludo con su colega Arsene Wenger, con quien ya tuvo varios cruces verbales.

Después de los saludos, el portugués tomó su premio personal y lo lanzó a la platea, donde la agarró un niño de 10 años fanático del Arsenal. "Es la medalla del perdedor; es un buen recuerdo para él", expresó, picante, el DT.