Apenas terminada la premiación de la Europa League, que coronó a Sevilla con el penal de Montiel por sobre la Roma, Mourinho fue hasta la tribuna donde se ubicó parte de la parcialidad italiana y regaló su medalla de segundo puesto. 

Cuando al técnico portugués le preguntaron en conferencia de prensa por qué lo hizo, contestó: "Las medallas de oro las guardo, las de plata no las quiero y siempre las regalo". Mou perdió su primera final como entrenador después de cinco oros. 

 Y se quedó esperando a los árbitros por el polémico penal que no le cobraron a su equipo.